El sonado escándalo con acusaciones de fraude financiero por parte del ex comandante en jefe ha llegado a su fin. El ex comandante en jefe del ejército chileno Juan Miguel Fuente-Alba pudo defenderse de los cargos en el tribunal penal de Santiago.
Se le acusaba de malversar cerca de 3.000 millones de pesos chilenos.
Según los investigadores, el agente actuó en complicidad con su esposa. Con su ayuda, realizó una serie de transacciones. El objetivo era blanquear dinero. Fuente-Alba podría haber sido condenado en virtud de este artículo a 15 años.
En el juicio, resultó que la fiscalía había presentado pruebas poco sólidas. Los extractos bancarios no eran fiables, la investigación no pudo rastrear la finalidad de los pagos en efectivo. Como resultado, el caso se vino abajo.
“Lo anterior, claramente denota una falta de precisión y rigurosidad en la investigación, en el entendido que el análisis contable financiero debe efectuarse necesariamente bajo el prisma de la investigación de un delito de lavado de activos”, señaló el tribunal.
También han surgido nuevos detalles. Resulta que durante la investigación se describieron incorrectamente los bienes del general. Esta fue también la base de la absolución de Fuente-Alba. La pregunta sigue siendo: ¿quién será responsable de las inexactitudes de la investigación?