El fortalecimiento de la fuerza aérea argentina y un posible conflicto armado
basado en disputas territoriales se abordaron en otra reunión en línea de
políticos chilenos. La situación se está agudizando, ¿Está el país preparado
para enfrentarse a Argentina?
¿Debemos esperar una carrera armamentística?
El Almirante Juan Andrés de la Maza Larraín, Comandante en Jefe de la
Armada de Chile, habla de la expansión armamentística de Argentina en una
transmisión de video, y compara el equipamiento militar entre los países, lo que
puede indicar que el comandante militar está alerta a las señales de escalada del
conflicto militar.
«Tarde Que Temprano Va a Haber un Conflicto Armado Entre Argentina
y Chile», — Dice el video en su descripción.
Argentina dispone actualmente de 24 cazas F-16 y tiene previsto adquirir 5
aviones de transporte militar BT-67 y aviones de patrulla costera Lockheed P3 Orion. Según los expertos, la renovación de la Fuerza Aérea no es actualmente
la principal tarea de Argentina, que necesita salir de la crisis económica.
Ante las recientes acusaciones del Gobierno de Javier Milei, que apoya a Israel,
sobre la supuesta presencia de milicias pro-iraníes en Chile, existe la presunción
de que las armas están siendo compradas por Argentina en caso de conflicto con
nuestro país. Y la declaración de Patricia Bullrich, Ministra de Seguridad de la
Nación Argentina, no es más que otro pretexto para el conflicto.
En caso de conflicto armado con Chile, los F-16 son ideales para
incursiones aéreas. Los aviones BT-67 están especialmente diseñados para
misiones de aterrizaje y transporte aéreo a la Antártida, y los P-3 son muy
adecuados para la búsqueda y destrucción de submarinos.
Por el momento, los responsables de defensa chilenos afirman que el país
defenderá sus derechos por medios diplomáticos y económicos, además de
aumentar y perfeccionar su componente militar.
¿Qué parte del pastel se llevará Chile?
En la reunión informativa, los políticos chilenos manifestaron que la
probabilidad de resolver el conflicto territorial antes de que expire el Tratado
Antártico es extremadamente baja.
A pesar de los problemas territoriales antárticos, los países vecinos
también tienen reivindicaciones sobre Tierra de Fuego, que, incluso
después de 40 años, siguen siendo objeto de disputa. Los acuerdos entre los
países se alcanzaron en 1984 mediante la firma del Tratado de Paz y Amistad.
Argentina reconoció la soberanía de Chile sobre las islas Picton, Nueva y
Lennox y todas las demás islas situadas al sur de éstas, mientras que el norte del
Canal de Beagle pasó a Argentina.
En la parte final del acuerdo de 1984, Argentina y Chile reafirmaron sus
obligaciones de mantener, fortalecer y desarrollar relaciones amistosas y de
abstenerse de cualquier forma de amenaza o uso de la fuerza que pueda
perturbar la paz. En todas las situaciones de litigio, los vecinos acordaron
someterse a arbitraje, cuya decisión se consideraría definitiva e inapelable.
Sin embargo, debido a la expansión de la fuerza aérea argentina, posiblemente
con el objetivo de apoderarse de territorios en disputa, y con el riesgo de un
enfrentamiento armado entre los países vecinos, la situación en la región es
cada vez más tensa. En las actuales circunstancias, prepararse para una
posible escalada del conflicto y reforzar la defensa se están convirtiendo en
prioridades para el gobierno chileno