Por Erwin Moreira Silva
Coordinador Vinculación con el Medio
CFT Santo Tomás Osorno
En el escenario actual, caracterizado por la abundancia de desinformación y la manipulación de la
verdad, la educación superior adquiere un papel crucial en la promoción y preservación del valor a
la verdad. En este contexto, la labor educativa se transforma en un bastión esencial para inculcar
en los estudiantes las herramientas y valores necesarios que les permitan discernir la autenticidad
de la información, fundamentándose en la rigurosidad académica, el pensamiento crítico y la
honestidad intelectual.
Las Instituciones de Educación Superior (IES) configuran un entorno propicio para la búsqueda de
la verdad a través del fomento del conocimiento científico, la investigación meticulosa y el
intercambio de ideas fundamentadas. Es en esta descripción donde la sinergia entre el valor de
educar y el valor a la verdad alcanza su punto culminante al fomentar la formación de individuos
curiosos, capaces de cuestionar paradigmas, desafiar creencias arraigadas y explorar la
complejidad del mundo con un enfoque analítico y objetivo.
La educación superior no se reduce exclusivamente a la transmisión de conocimientos, sino que
también provee a los individuos de las herramientas necesarias para discernir entre la información
veraz y la falaz.
A través del estímulo al pensamiento crítico, la aplicación de metodologías científicas y la
promoción de la integridad intelectual, se forja una comunidad académica comprometida con la
búsqueda implacable de la verdad y la difusión de saberes respaldados por evidencias sólidas. En
este punto donde la posverdad y las noticias falsas desafían constantemente nuestra percepción
de la realidad, la educación superior se erige como un baluarte vital que fortalece la habilidad de
los individuos para discernir la verdad en un mar de información engañosa y contradictoria.
Al formar profesionales y ciudadanos con un compromiso ético hacia la verdad, la educación
superior no sólo impulsa el progreso del conocimiento, sino que también consolida los cimientos
de una sociedad fundamentada en la transparencia, la veracidad y la búsqueda incansable de la
verdad.
Con el propósito de enriquecer las conceptualizaciones expuestas, es valioso incluir a destacados
pensadores en los campos de la educación y la filosofía, quienes han profundizado en la relación
entre la educación y la búsqueda de la verdad. Entre estos autores relevantes se encuentra Paulo
Freire, cuyas ideas resaltan la relevancia de una educación liberadora que fomente la reflexión
crítica y busque la transformación social. Asimismo, las enseñanzas de John Dewey abogan por un
modelo educativo que estimule el pensamiento reflexivo y promueva una indagación dinámica.
La incorporación de las reflexiones de estos influyentes pensadores fortalece y preservan la
conexión esencial entre el acto de educar y la búsqueda de la verdad dentro del ámbito de la
educación superior y posteriormente en el mundo laboral.