A través de un Fondecyt de Iniciación, el académico e investigador de Universidad
San Sebastián, Dr. Daniel Medina, busca estudiar los microorganismos que habitan
en el Lago Llanquihue y en humedales urbanos de la Región de Los Lagos.
Históricamente, los cuerpos de agua de la región de Los Lagos han dado sustento al
desarrollo y asentamiento humano. Las ciudades más turísticas se ubican en torno a un
cuerpo de agua, ya sea un río, un humedal e incluso, alrededor del lago Llanquihue.
Debido a la actividad humana se ejerce una presión que deja una huella antropogénica. A
la luz de ese antecedente, el académico e investigador de la Universidad San Sebastián,
Dr. Daniel Medina, lidera dos proyectos que van en línea con el estudio molecular de
cuerpos de agua. Esto, con el fin de estudiar la diversidad microbiológica y la función de
los microorganismos que habitan una de las regiones con mayor presencia de cuerpos de
agua continentales.
Impacto del ser humano
El académico, quien dirige el grupo de colaboración internacional Red Charco -que desde
el año 2021 realiza el estudio microbiológico y molecular de los recursos hídricos
continentales de la Patagonia de Chile y Argentina- comenta que han logrado identificar
cientos de microorganismos que habitan en cuerpos de agua continentales. “Algunos son
propios del entorno estudiado, pero otros dan cuenta del impacto antropogénico que las
personas realizan y pueden estar asociados a la alta presencia de coliformes fecales”,
puntualiza.
Al explorar diferentes humedales dentro del radio urbano de comunas como Frutillar,
Llanquihue, Puerto Varas e incluso Puerto Montt, el equipo ha descubierto la presencia de
genes que otorgan resistencia a diferentes familias de antibióticos. “En efecto, la
presencia de nuevas cepas multirresistentes de bacterias patógenas en el medio puede
constituir una amenaza a la salud de la población”, advierte Medina.
El científico agrega que “pese a la aplicación de antibióticos, muchos de estos
microorganismos generan infecciones qué incluso pueden llevar a la muerte de una
persona, debido a que no responden a tiempo al tratamiento por antibióticos”.
¿Humedales bajo amenaza?
El proyecto Fondecyt de Iniciación que dirige el Dr. Medina va en línea con el estudio de
la microbiología enfocado en humedales, entendiendo que los microorganismos son parte
importante de los ciclos biogeoquímicos, que permiten pasar los nutrientes desde la fase
inorgánica, por ejemplo, la tierra, el agua, el aire, hacia otros seres. Explica el académico
que, si no estuvieran los microorganismos, la humanidad no podría respirar, porque parte
importante del oxígeno lo crean los microorganismos. También son responsables de fijar
el fósforo, fijar el nitrógeno, absorber el carbón, entre otros nutrientes inorgánicos que
otros seres vivos no pueden procesar.
“Los humedales entregan diversos servicios ecosistémicos, y desde el punto de vista
biológicos, son laboratorios al aire libre, en donde ocurren diversos y complejos

fenómenos fisicoquímicos. El problema está cuando la actividad humana afecta el
equilibrio natural de los procesos biológicos, sobre todo, cuando eliminamos estos
ecosistemas. Una de nuestras hipótesis es que los humedales en mal estado de
conservación pueden acumular elementos que pueden ser perjudiciales para la salud
humana, animal y ambiental, y nosotros estamos trabajando para describir esto desde
una mirada microbiológica, para darle valor a la importancia de conservar estos
ecosistemas de manera correcta”, expone.
Motivaciones investigativas
“Entender qué están haciendo los microorganismos en los cuerpos de agua, nos permitiría
entender cómo podemos preservar ese patrimonio que no tiene un valor medible,
nosotros queremos utilizar la información que nos entregan los microorganismos para
describir qué tan saludables se encuentran los cuerpos de agua”, explica el Dr. Medina.
Para el científico, lo importante de este estudio es que levantará conocimiento que
permitirá responder a preguntas sobre el desarrollo de la biodiversidad. “Estando en una
región que posee una alta riqueza biológica, es difícil pasear por nuestros bosques,
nuestras playas y por nuestros cuerpos de agua, sin preguntarse quienes son los
responsables microscópicos que mantienen nuestro patrimonio vivo. Uno de nuestros
desafíos es el estudio microbiológico de los humedales urbanos, porque, así como
podemos decir que los bosques son los pulmones del aire, los humedales son los riñones
del agua”, puntualiza.
Cabe consignar que en línea paralela, el académico avanza en investigaciones de la Red
Charco, financiada por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo de Chile, con el
fin de fortalecer lazo de colaboración internacional, en específico con Investigadoras de la
Universidad Nacional de Río Negro, la Dra. Paula Páez y la Dra. María Clara Tarifa,
quienes en conjunto buscan entender cómo la acción humana afecta a los cauces de la
zona Sur-Austral Patagónica, tanto de Chile cómo de Argentina, específicamente en
cauces de los ríos Maullín y del Río Negro, respectivamente.

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